¿Puede un periódico mezclar la filosofía con la actualidad sin que resulte pedante?
Se lo pregunta Ignacio Escolar en la presentación de su newsletter.
Igual la pregunta sería ¿puede un periódico dejar de pensar al analizar la actualidad?
Y la respuesta a ambas preguntas sería: sí a la primera y no a la segunda.
No solamente puede el periódico mezclar filosofía y actualidad, sino que debe. Aunque resulte pedante.
Por una sencilla razón. El periódico es la conciencia crítica del momento presente. Como bicho biológico que somos, estamos diseñados para adaptarnos al medio. Y la condición de la adaptabilidad es pensar, a cada paso, día a día, cómo cambian las condiciones del día que amanece para enfrentarlo de la mejor manera posible en base al conocimiento acumulado los días y meses anteriores.
El pensamiento es en último término la única herramienta de la que disponemos para vivir.
El Poder tiene claro que la mejor forma de gobernar es anulando el pensamiento, haciéndonos consumidores de lo que nos ofrezca. Acríticamente, sin reflexión. Es la máxima de toda la mercadotecnia: no pienses, consume, compra. Y las fuerzas a las que le interesa ese tipo de gobierno lo tienen claro, llegan a proponer sin despeinarse la supresión de la asignatura de filosofía en las aulas.
Menos mal que hay emprendedores sanos y sensatos que también lo tienen claro y luchan día a día por sus objetivos, haciendo oídos sordos a las injurias de ese Poder.
Procuro mantenerme al día de los métodos que emplean esos emprendedores y hay dos que me llaman la atención: la importancia que le vienen dando a recuperar los mecanismos de la atención, (atención que permanentemente nos intentan robar los “medios”), y los mecanismos del cerebro que nos permiten esa misma recuperación.
Habrá que releer a Momo.