la vamos a tener que llamar a la semana que abarque el 23J. Pocas veces en la historia se dan este tipo de acontecimientos. El 11 de marzo de 2004 también se dió una circunstancia que nunca se había dado: que un gobierno con mayoría absoluta (el de Aznar en aquel caso) perdiera claramente las elecciones (dando paso a Zapatero).
Pero antes de pasar página hay algo que considerar. Ahora es un relajo podernos dedicar a lo que tuviésemos previsto o a lo que nos apetezca planificar sin imposiciones impostadas. Otro gallo cantaría si a estas alturas, como estaba cantado, PP y Vox estuviesen organizando su des-gobierno (doy por hecho que sería un desgobierno que no acabaría la legislatura).
Y aunque tengo muchos y muy atractivos proyectos, no quiero dejar de dar rienda suelta a varios fantasmas que me han asaltado la semana pasada. Fantasmas y paranoias que conviene verbalizar por aquel principio del psicoanálisis de que verbalizando se da salida a muchos males.
Pienso preparar un índice de memes pre y post elecciones. Memes, panfletos, datos que convendrá dejar enmarcados para no olvidar. Un capítulo se lo puede llevar las frases de Rajoy que ya en su día dieron que hablar, pero que ahora adquieren un significado especial (ej. España es una gran nación y lo españoles muy españoles y mucho españoles). La verdad es que sólo este capítulo podría llenar un libro y no es mi intención tampoco extenderme innecesariamente. Pero sí hay un puñado de cosas que han dicho y hecho tanto Casado como Feijóo, Rajoy y Aznar, que siento que necesito conservarlas para no olvidarlas. Como el indigno que te vote Txapote.
Luego habrá tiempo de estructurar la respuesta adecuada a varios retos que este tiempo de redes sociales nos tiene lanzados, siendo los negacionismos uno de ellos.
En 2019 empecé a despegarme de la política de nuestros tiempos. No tengo intención de volverme a interesar. Por eso quiero dejar expreso cómo veo la partida, y dejarlo expreso en el apartado de la web que he previsto para ello: el apartado de “no leer” porque no tiene mayor interés. A no ser que dentro de cien años lo que yo diga resulte acertado, pero como para entonces no estaré yo para disfrutarlo, pues como que me da igual.