no me gustaría meterme en camisa de once varas. Quizá no debería interesarme por el diagnóstico del negacionismo. Entre otras cosas porque llevo mal tener que soportarlo, aunque no puedo impedir verme rodeado de negacionistas.
Así que igual me ciño a exponer mi teoría no razonada por si a alguien le sirve.
Según José Antonio Marina el negacionismo muestra un desquilibrio psicológico. Quien cree en las pseudociencias y en la astrología huye de la realidad huyendo de las evidencias. Sólo el pensamiento crítico nos permite discernir la realidad.
Según yo, no va más allá de la pateleta del niño mimado al que le quitan el juguete hasta que haga los deberes. El mayor problema ha surgido al coincidir con la expansión de las redes, que ha permitido la tormenta de bulos con que los actores interesados en el negacionismo (los pijos de Serrano*) han hecho llegar sus berridos a los muchos ignorantes repartidos por la geografía nacional. Estupendo caldo de cultivo para germinar cuñados* como hongos. Porque los ignorantes (cuidado, que no son responsables de su ignorancia) sólo atienden al beneficio directo de las acciones, y si se les convence de que la forma de que te suban el sueldo es hacer huelga indiscriminada, allá que se van a parar el transporte en toda la nación.
Siguiendo esta idea igual podemos demostrar que todas las tonterías que se han dicho desde la misma creación de Vox, son de este cariz.
*Pijos de Serrano. La calle Serrano en Madrid es la calle de las boutiques de lujo. Los pijos que las frecuentan son los hijos de la burguesía media-alta que reside en la zona.
*Cuñados es el epíteto con que se ha generalizado la denominación de quien habla por hablar, sin pararse a pensar mucho en el contenido de lo que dice.
