La pregunta la hacía Ana Belén recientemente ¿qué mal le ha hecho el comunismo a este país?
La visión del comunismo que teníamos en este país en los años 60 (habrá muchas, yo hablo de la mía y de la de mi entorno de amigos del insti) es que era una sociedad ideal donde todo el mundo estudiaba con un sueldo y un piso a su disposición. En Suecia también, pero allí se suicidaban mucho. En Rusia no.
Luego supimos del Gulag, pero esa era una historia de mayores.
Lo curioso es que, comparando, la vida en Rusia por aquellos años no sería muy distinta a la española. Aquí por escupir en la calle y decir un taco podías acabar en el talego, pero la solución era sencilla: no escupíamos en la calle y no soltábamos tacos en público.
Y llama poderosamente la atención, con el paso de los años, cómo ha calado el estereotipo anticomunista macarthiano de los años 50 americanos, y sin embargo hemos pasado página alegremente de los años duros del franquismo.
Curiosamente, para los mismos que el comunismo encarna al diablo con cuernos y rabo rojo, el franquismo fue una balsa de 25 años de paz y prosperidad.
¡Qué flaca es la memoria! Sobre todo cuando se quiere olvidar.