milifree!

Hacémili, me llamaba una amiga. ¡Que gran expresión!

.

11-12-1978 / 11-12-2024, 48 años desde que me licencié de la mili

.

Hoy hace 48 años que los militares me quitaron la zarpa de encima y me dejaron vivir en paz (de aquella no tener hecho el servicio militar te limitaba la posibilidad de tener trabajo). Tras 15 meses de esclavitud trabajando para el ejército por 50 pesetas (unos 30 céntimos de euro) al mes.

.
Era 1976, Franco había muerto el año anterior y muchos esperábamos con ansia derrocar al ejército sin sangre. Y lo conseguimos. Costó, pero salió.
.

Pienso en Siria y me cuesta poco pensar que estarán ahora en un momento social parecido a la España de 1976. Me alegro por ellos y les deseo lo mejor.
.

La mili te hace un hombre” era un dicho de la época. Y sí, al acabar. Mientras, te han hecho “colgar los cojones tras la puerta al entrar”, es decir, mostrarte sumiso y obediente, que es lo único que les importa, tener peones-robot que no estorben a su conciencia cuando hay que hacer acciones de dudosa ética.

.
Claro que los ejércitos tienen sentido, que no debe ser la guerra. Lo hemos visto en la Dana de Valencia y lo vimos en la pandemia. El ejército es la fuerza de reserva para casos de catástrofes, de calamidades.

.
El problema de los antisistema es que imaginan un mundo libre de ejércitos y gobiernos a cualquier precio. Y a mí, que me gusta tener los pies en el suelo, me parece que es el dilema de la burra y los treinta reales: o una u otra, pero ambas al mismo tiempo no puede ser.
.

La única forma de impedir los gobiernos es que los ejércitos tomen el mando. Eso ya tenemos visto en el siglo XX que no es conveniente. Los militares no son buenos gobernantes.
.

Y viceversa, la única forma de impedir los ejércitos es que los gobernantes tomen el mando. Que es lo que pasó en la transición española. Alguien con dos dedos de frente vino a convencer al ejército que era mucho mejor para todos un ejército profesional que no a base de “voluntarios”.
.

Los que odian al Gobierno creen que con la privatización se puede conseguir. Sin parar mientes en que la ausencia de un gobierno, que sólo puede ser parlamentario y abierto, implica la primacía de un ejército o similar que asuma las labores prioritarias en caso de calamidad.
.

La libertad no tiene sentido si sólo se puede practicar en ghettos. Hace falta como siempre (desde que el hombre es hombre) un lenguaje común.

Releo este escrito y me suena un poco a batallita del abuelo, que lo es, pero también me permite ir resolviendo batallas tontas que mejor no se hubieran producido. El “sentido común” quizá haya que reescribirlo, pero sigue siendo necesario.

Scroll al inicio