Criterios
Ni política ni economía ni religión son asuntos a debate en estas páginas. La política y la economía por lo que queda dicho. La religión porque pertenece al ámbito íntimo, y más que ideas son creencias enraizadas en la biografía de cada uno y que nadie terminamos de conocer muy bien, así que me remito a la concepción goethiana del asunto: quien tiene arte y ciencia, tiene religión. (El verso completo, aquí)
Además basta con estudiar los orígenes de la religión (el tao te king) para desmontar cualquier argumento de los que se han montado todas las demás religiones (sobre todo las monoteistas). Todos ellos son recursos del Poder para manejar las masas de súbditos a su cargo. En cualquier caso, mi visión del asunto religioso queda más explícito en esta entrada sobre el budismo.
O sea que, del cuadro de ciencias (CDU), me quedo con arte, ciencia (ciencia física demostrable) y filosofía (ciencia especulativa por demostrar). Y el arte, como la religión, es útil en lo particular aunque de difícil implantación objetiva.
Si la ciencia y la filosofía es lo que nos queda, es el cuerpo y la sanidad del mismo lo que les da sustento, restringiendo el marco de interés a: filosofía, ciencia física, ciencia médica (cuerpo, cerebro y sanidad) y ciencia mecánica (tecnología y artesanía). Capítulo aparte merece la Historia, aunque no es más que la aportación de la Memoria a todas las demás ciencias.
Así pues, establezco unos criterios de selección:
filosofía, medicina, cerebro, mente, artesanías, historia.
Y unos criterios de exclusión, que no dejan de ser pre-juicios que quedan pendientes de revisión futura:
política, economía, religión, IA, mercado-ventas,