la información
sin formación
no forma, deforma.
Y de esto se aprovechan los poderosos.
Llama la atención que inmigrantes asentados voten políticas antiinmigración.
Vienen necesitados, se les vende el favor de tener trabajo, y antes de que provoquen el efecto llamada, se les in-forma que su trabajo es escaso, que hay que preservarlo, activando los resortes del gen egoista que a todos nos constituye.
Caen en la trampa, y activan sus resortes para impedir que otros inmigrantes les vengan a quitar el puesto, sin parar mientes que lo que hacen es expedir un cheque en blanco a sus explotadores.
Es la lucha de clases mal entendida por las clases medias arribistas, que ven en su vecino un enemigo antes que un compañero.