Ir por agua, cortar leña, las dos actividades primigenias que no se pueden despistar.
ir por agua para lavarse
o pararse a echar una ojeada al sistema de riego que te trae el grifo a casa.
coger leña para desayunar
o pararse a pensar de dónde nos viene el fuego que nos calienta.
Este es un cuento japonés útil en todos los ámbitos de la vida. Para todo nivel y condición: mujer-hombre, niño-viejo, rico-pobre. En la página 3 del folleto.