Pasé mi vida laboral atendiendo unas 30 novedades editoriales semanales que repartía por las librerías a mi cargo. Siempre falto de tiempo para dedicar a las novedades que consideraba más importantes, que fueron muchas.
Acumulé por tanto una inmensa gana de disponer de tiempo para profundizar en aquello que más merece la pena.
Así que, ahora que dispongo de tiempo, me permito el lujo de continuar la tarea. Claro que al volumen de novedades se suman las muchas lecturas pendientes, así que no queda otra que seleccionar, recortar, censurar si se quiere. Porque sí, porque no hay peor desgracia que dedicar un tiempo precioso a temas o autores que terminan siempre defraudando. Así que me impongo unos cada vez más estrictos “criterios de selección”. Como en muchos casos no acertaré, dejaré constancia de los “criterios de exclusión”.
A eso hay que añadir que Internet incrementa exponencialmente el ritmo de novedades a las que tenemos acceso, así que amplío los criterios de exclusión. En nuestra sociedad infantilizada por el mercado americano a través de Hollywood y la implosión de la cultura del ocio, prescindo de todo lo que tiene que ver con el ocio evasivo, es decir, principalmente fútbol y comedia de la clase media, clase que mejor haría en ocuparse de sus muchos problemas y dedicarse a viajar y consumir menos, que es lo que está matando los ratios de consumo razonables.
Qué duda cabe que dentro de ese maremagnum de tiktokers y descerebrados también se están produciendo obras de interés: películas, cortos, documentales, clips, ocurrencias… Pero como los criterios de selección ahí son más complicados de establecer, me ceñiré a resaltar lo que entienda como interesante desde una perspectiva progresista en busca de alternativas coherentes y respetuosas con el futuro.
No es muy distinto el panorama al vivido en los años 70 por parte de la progresía entonces emergente. E incluso igual es buena idea retomar idearios y propuestas de entonces para ver qué fue de tanto proyecto sesudo como alimentó las salas de arte y ensayo.
Con esto espero haber aclarado a quien caiga por aquí, lo que por estas páginas podrá encontrar.
Y si es de tu agrado, siéntete como en casa.